No he visto jugar nunca a Samuel, lo reconozco. Incluso desconocía
de su existencia; por lo tanto, no sabía que era el suplente de Fred en el
Fluminense. Pero lo que sí que sé es que el Espanyol, mediante Òscar Perarnau,
afirmó que llegaría un fichaje ilusionante, y un mes después está a punto de
cerrarse la incorporación de este delantero del que estoy seguro que ningún
aficionado perico sabía nada hasta que su nombre empezó a sonar con fuerza.
Samuel Rosa, un atacante que en 20 partidos ha anotado cinco goles, suplente
del delantero que dio a Brasil media Copa Confederaciones, jugador que le ha
costado al equipo catalán cuatro millones de euros que ni tan siquiera puede
pagar, llegará –si no se tuercen las cosas- al club blanquiazul en las próximas
horas. Si este es el fichaje ilusionante, que dios nos pille confesados.

Pero también Osvaldo llegó así. Un jugador desahuciado en el
Bolonia y que en el cuadro perico se hinchó a marcar goles hasta que nos dio puerta
para irse a la Roma. Puede ser que Samuel sea la segunda versión de Osvaldo. O
puede que no. El tiempo dirá. Pero lo que sí que es cierto es que a mí,
personalmente, Samuel Rosa no me ilusiona. Nada de nada.
Qué es lo que me ilusionaría, deben pensar. Pues bien, me
ilusionaría un mediapunta que sustituyera a Verdú. No digo del mismo nivel, ya
que las arcas del Espanyol no están para tirar cohetes, pero si un jugador
creativo con cara y ojos. Un Óscar (Valladolid), Vitolo (Las Palmas) o
cualquier cesión de un futbolista que actúe en dicha posición que no cuente para esos clubes con los que la
entidad blanquiazul tiene convenio. Quizás para ustedes estos fichajes no son
ilusionantes, pero son más terrenales, saldrían más baratos y ocuparían un
puesto que es urgentemente necesario cubrir. Y los hemos visto jugar, con lo
que la apuesta es segura. La de Samuel Rosa, por mucho que me vendan que sí, no
lo es.
Otro tema es el del portero. Cobeño nos dejó plantados y sin
meta suplente. Desde la dirección deportiva se asegura que no es un problema
grave y que se esperará hasta el último día de mercado, y que si no confían en
Germán. ¿Qué no es un problema grave? Si Casilla es titular, se relajará al
saber que el segundo meta no es competencia para él, ya que la idea de los
técnicos es que el suplente tan solo esté para ciertos momentos de la
temporada. Además, se cortará la progresión de Germán, que si ha de jugar algún
año ha de ser este. El ilicitano es el futuro guardameta del Espanyol y hay que
darle minutos para que se foguee. Pero es que además, si no acaba viniendo
ningún arquero, será el B el que deba fichar un suplente para Pau si no se
quiere provocar un efecto dominó en los porteros del fútbol base.
Pueden llamarme pesimista, incluso oportunista. Pero es lo
que en estos momentos pienso sobre la actualidad blanquiazul. Y estoy seguro que
no soy el único que tiene estas ideas.
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