lunes, 7 de octubre de 2013

Viejos fantasmas para Inglaterra

 Corría el minuto 13 de juego cuando, tras realizar un quiebro en el interior del área local, Lukaku dejaba sentando a su marcador y soltaba un latigazo que, tras tocar en Hart, dejaba helado al Etihad. El Everton se había adelantado en el marcador y la preocupación era visible en los rostros de los jugadores del Manchester City; llevaban dos partidos consecutivos cayendo derrotados y este no empezaba muy bien. Tan solo un minuto después, Negredo igualaba el encuentro, mientras que Agüero se encargaba de dar la victoria a su equipo con dos tantos, el segundo de ellos con un penalti que tras tocar en Howard se colaba en la meta toffee. La victoria se quedaba en casa tras el susto inicial y las aguas volvían a su cauce, pero Joe Hart se marchó a los vestuarios con un sabor agridulce, ese que se nos queda a los porteros cuando sabemos que podíamos haber hecho más para evitar un tanto. En su caso, más de uno.

 El internacional inglés no se encuentra en un buen momento, al igual que su equipo. Los de Pellegrini han perdido en tres ocasiones esta campaña, y pese a que ocupan los primeros puestos de la Premier, se esperaba más de un conjunto plagado de estrellas mundiales. El mal momento de los citiziens lo sufre de especial manera Hart, que ha recogido el balón del fondo de su portería hasta en siete ocasiones en los tres últimos partidos. Si bien es cierto que en algunos tantos no ha podido hacer nada, en otros podía haberse esmerado más. Y esos son los que duelen.

Estamos hablando de la citada diana de Lukaku y del primero que marcó el Bayern el pasado miércoles, en el que puso la mano floja ante un potente tiro de Ribery. Es cierto que ambos disparos iban muy fuertes, pero tocar un esférico y no evitar que entre es muy cruel. Mucho. Y más en Inglaterra, tierra en la que los porteros son examinados con lupa durante cada partido.

Por esta razón, el país británico está preocupado. Los pross se juegan entre este viernes y el próximo martes su clasificación para el Mundial de Brasil y su portero titular no está con la confianza necesaria para afrontar dos compromisos tan trascendentes. Es cierto que ese no es el único problema de la selección dirigida por Roy Hodgson, pero debería tenerse en cuenta. De momento, el meta ya ha recibido las primeras críticas y el propio seleccionador ha tenido que saltar a la palestra para defenderlo y asegurar que será titular en las dos últimas jornadas de la fase de clasificación para la cita mundialista. La prensa británica está siendo muy dura con el arquero titular del combinado nacional e incluso es partidaria de dar la alternativa a Ben Foster, portero del Celtic que jugó un gran partido ante el Barcelona. Pero el seleccionador inglés, pese a que es consciente de que Hart no pasa por sus mejores días, confía en él.

La portería de la selección inglesa ha sido, históricamente, un problema. Ningún guardameta ha conseguido convencer en los últimos 20 años y, desde David Seaman –portero que dejaba mucho que desear- ningún otro ha sido fijo entre los tres palos de los pross.  Hodgson parecía haber encontrado la solución con Hart, quizás uno de los mejores metas ingleses de los últimos años, pero la dura prensa de las islas se ha cebado con el bueno del cancerbero del City tras dos malos encuentros. Habría que refrescarles la memoria con arqueros como ‘Calamity’ James o Robert Green... Pero el pasado se olvida muy rápido, y de la misma manera que hoy echan a los lobos a Hart, mañana podrían estar venerándolo; el fútbol es así, y se pasa muy rápido de un extremo a otro. Pero, de momento, Inglaterra duda de un gran portero por un pequeño bajón. ¡Cómo si Gerrard o Rooney no hubieran cometido errores a lo largo de su carrera! El problema es que a los metas se nos nota más, y dado el historial de cancerberos ingleses, el miedo es comprensible.


Posiblemente no llegue a ser una figura como lo fueron en su día Peter Shilton o Gordon Banks, pero Hart es un guardameta que ha demostrado tener nivel para defender la portería de una de las mejores selecciones del Mundo. Pero la historia es la historia; Joe, la tradición en el arco inglés te está jugando una mala pasada… 

viernes, 27 de septiembre de 2013

Despídanse de Kiko Casilla

 Pese a que tan solo llevamos cinco jornadas ligueras, un servidor lo tiene muy claro: Kiko Casilla ‘volará’ del Espanyol el próximo verano –y ojito a las ofertas que puedan llegar en invierno-. El partido de ayer en Villarreal, pese a la derrota, es una clara muestra de que el de l’Alcover se encuentra en un estado de forma excepcional y es uno de los mejores porteros de la liga. Dos grandes intervenciones cuando ya se cantaba el gol local así lo corroboraron.

Pero como decíamos, Casilla lleva desde el primer encuentro oficial dando muestras de lo gran portero que es. En Balaídos ya nos dejó una actuación magnífica –con la parada de la liga incluída-, y en cada encuentro disputado nos ha dejado algún tipo de detalle en forma de intervención. Quién hubiera dicho que ese chaval que en 2008 se colocó por primera vez bajo los palos del primer equipo blanquiazul debido a las lesiones de Kameni y Lafuente sería, a día de hoy, una de las piezas más codiciadas del Espanyol… Por aquel entonces, nadie daba un duro por él. El canterano del Real Madrid no era más que el portero del filial que había ascendido para tapar un hueco de manera momentánea y, pese a que desde el club se confiaba mucho en él –se había pagado una importante cantidad al club blanco por hacerse con sus servicios- la afición no las tenía todas consigo tras los malos partidos que protagonizó, si uno no recuerda mal, contra Getafe y Betis. Pero las cesiones a Cádiz y Cartagena le sirvieron para crecer y le dieron la razón a los que apostaron por él, viendo como sus expectativas se cumplen con creces.

Pero no todo van a ser buenas palabras para Casilla. En los últimos dos encuentros el cancerbero ha perdido seguridad en sí mismo a la hora de mandar en su área. Quizás debido al error en Granada que casi provoca el tanto nazarí, el tarraconense parece tener más respeto a la hora de salir a buscar un balón colgado que antes de dicho compromiso en tierras andaluzas. A los hechos me remito, ya que en el primer tanto del Athletic, el rival remata en el interior del área pequeña; ayer también hubo ocasiones en los que la cuerda imaginaria atada al poste le privó de imponer su ley por alto.


Es normal que un portero pierda seguridad en sí mismo tras un error que no está acostumbrado a cometer; es algo que no debe preocupar en exceso. Pero el propio Casilla debe saber que es un fallo puntual y tiene que recuperar cuanto antes su excelente dominio aéreo que tanto le caracteriza. Prefiero un guardameta valiente que va a buscar el balón pese a que en alguna ocasión su salida pueda resultar fallida a un arquero que se quede bajo la línea de gol contemplando la jugada; para eso ya teníamos a Cristian Álvarez. Si Casilla recupera su punto fuerte, volverá a su mejor forma –sí, aún puede mejorar- y disfrutaremos de una seguridad mayor en la portería. La mala noticia es que, si ello ocurre, el portero no durará demasiado en el Espanyol.

miércoles, 24 de julio de 2013

Sobre Samuel y otras cuestiones

No he visto jugar nunca a Samuel, lo reconozco. Incluso desconocía de su existencia; por lo tanto, no sabía que era el suplente de Fred en el Fluminense. Pero lo que sí que sé es que el Espanyol, mediante Òscar Perarnau, afirmó que llegaría un fichaje ilusionante, y un mes después está a punto de cerrarse la incorporación de este delantero del que estoy seguro que ningún aficionado perico sabía nada hasta que su nombre empezó a sonar con fuerza. Samuel Rosa, un atacante que en 20 partidos ha anotado cinco goles, suplente del delantero que dio a Brasil media Copa Confederaciones, jugador que le ha costado al equipo catalán cuatro millones de euros que ni tan siquiera puede pagar, llegará –si no se tuercen las cosas- al club blanquiazul en las próximas horas. Si este es el fichaje ilusionante, que dios nos pille confesados.

No voy a decir que el futbolista sea un fracaso antes de verlo jugar, porque si llega al Espanyol tras un mes de duras negociaciones y el secretario técnico blanquiazul ha insistido tanto en su contratación, será por algo. Lo que sí que critico es que nos lo vendan –porque lo harán, y si no tiempo al tiempo- como el fichaje ilusionante de la temporada. Solo por ser brasileño y haber costado lo que nos ha costado.
Pero también Osvaldo llegó así. Un jugador desahuciado en el Bolonia y que en el cuadro perico se hinchó a marcar goles hasta que nos dio puerta para irse a la Roma. Puede ser que Samuel sea la segunda versión de Osvaldo. O puede que no. El tiempo dirá. Pero lo que sí que es cierto es que a mí, personalmente, Samuel Rosa no me ilusiona. Nada de nada.

Qué es lo que me ilusionaría, deben pensar. Pues bien, me ilusionaría un mediapunta que sustituyera a Verdú. No digo del mismo nivel, ya que las arcas del Espanyol no están para tirar cohetes, pero si un jugador creativo con cara y ojos. Un Óscar (Valladolid), Vitolo (Las Palmas) o cualquier cesión de un futbolista que actúe en dicha posición que no cuente para esos clubes con los que la entidad blanquiazul tiene convenio. Quizás para ustedes estos fichajes no son ilusionantes, pero son más terrenales, saldrían más baratos y ocuparían un puesto que es urgentemente necesario cubrir. Y los hemos visto jugar, con lo que la apuesta es segura. La de Samuel Rosa, por mucho que me vendan que sí, no lo es.

Otro tema es el del portero. Cobeño nos dejó plantados y sin meta suplente. Desde la dirección deportiva se asegura que no es un problema grave y que se esperará hasta el último día de mercado, y que si no confían en Germán. ¿Qué no es un problema grave? Si Casilla es titular, se relajará al saber que el segundo meta no es competencia para él, ya que la idea de los técnicos es que el suplente tan solo esté para ciertos momentos de la temporada. Además, se cortará la progresión de Germán, que si ha de jugar algún año ha de ser este. El ilicitano es el futuro guardameta del Espanyol y hay que darle minutos para que se foguee. Pero es que además, si no acaba viniendo ningún arquero, será el B el que deba fichar un suplente para Pau si no se quiere provocar un efecto dominó en los porteros del fútbol base.


Pueden llamarme pesimista, incluso oportunista. Pero es lo que en estos momentos pienso sobre la actualidad blanquiazul. Y estoy seguro que no soy el único que tiene estas ideas. 

lunes, 13 de mayo de 2013

Tommy N'kono, el ángel negro


Temporada 1987-1988. El Espanyol, tras una gran campaña anterior, es equipo UEFA –actual Europa League-. Por aquél entonces, dicha competición gozaba de un reconocimiento y un nivel equiparable a la Champions League actual. Y es que, en esas fechas, a la Copa de Campeones tan solo acudían los ganadores ligueros, hecho que permitía ver una UEFA mucho más atractiva. Entrenado por Javier Celemente, el conjunto blanquiazul se presentó en el torneo continental a verlas venir, disfrutar de la experiencia y llegar hasta donde pudiera. Y, tras conocerse el primer rival, parecía que los chicos del de Barakaldo tendrían una corta aventura. El temido Borussia Mönchengladbach esperaba en Alemania, pero para sorpresa de muchos el cuadro perico se impuso 0-1.

Cinco rondas después, el Espanyol se despidió del torneo continental, también en Alemania, pero de un modo muy diferente al que lo había empezado. Los blanquiazules cayeron por 3-0 ante el Leverkusen, igualando el equipo de la aspirina la ventaja visitante de la ida. Sin goles en la prórroga, nuestro protagonista no pudo ser el héroe de la final y los espanyolistas regresaron a Barcelona con las manos vacías. Pero esa competición ha quedado en la historia del club blanquiazul, así como todos los integrantes de esa plantilla que hicieron soñar a toda la masa social perica. Uno de ellos era el portero, Tommy N’kono.


El ídolo de Buffon
El pasado 4 de mayo se cumplieron 25 años de esa final, motivo más que suficiente para homenajear a ese equipo. Desde aquí lo haremos al futbolista que nos incumbe, el portero de ese gran conjunto: N’kono. Camerunés que llegó al Espanyol tras realizar una gran actuación en el Mundial ’82, pronto se convirtió en uno de los ídolos de la afición blanquiazul. Su característica principal era que jugaba con pantalones largos, y que era capaz de lo mejor y de lo peor. Estuvo ocho años defendiendo los colores del conjunto catalán, firmando sus mejores apariciones en la citada Copa de la UEFA.

El africano fue clave para la buena marcha del Espanyol en el torneo, sobre todo en las eliminatorias ante Milan e Inter. Sus grandes actuaciones ante ambos cuadros italianos desquiciaron a los transalpinos y permitieron seguir adelante a su equipo; además, le valieron para que desde Italia se le pasara a conocer como el ángel negro.

Pero hay otro gran dato referente a la gran trayectoria de N’kono, y es que gracias a sus buenas actuaciones actualmente estamos disfrutando de uno de los grandes porteros de la historia: Gianluiggi Buffon. El gran papel del meta en el Mundial 82 impresionó tanto al italiano que decidió abandonar el centro del campo para ponerse los guantes y empezar a escribir su historia. Más de 30 años después, el ídolo ha pasado a idolatrar, la relación entre ambos es muy buena e incluso Buffon acudió al homenaje que se le realizó a N’kono en Camerún.


Instinto felino
Personalmente, no vi jugar a N’kono, pero tengo muchas referencias de él: era el ídolo de mi padre, que no se cansaba de repetirme el enorme parecido que Kameni tiene con él. Incluso me llegó a confesar que, cada vez que veía al actual cancerbero del Málaga, era como retroceder varios años atrás y volver a ver a su ídolo, ese que estuvo a un solo paso de ganar la Copa de la UEFA con el Espanyol.

Con este parecido se ha dicho todo: solo hace falta observar a Kameni para ver reflejado en él al ángel negro. Con unos reflejos felinos, sacaba lo más complicado y en ocasiones no podía con lo más sencillo. Un portero de los míos, vamos.


Actualmente, N’kono lleva desde el 2003 siendo el entrenador de porteros del Espanyol; desde entonces, raro es no ver a un meta de nivel en la portería blanquiazul. Con él han crecido el propio Kameni, Gorka Iraizoz, Kiko Casilla y Cristian Álvarez, del que las malas lenguas dicen que no sabía tirarse al llegar al club catalán. N’kono, una vida ligada al club blanquiazul.

martes, 7 de mayo de 2013

¡Cómo vas a estar cansado si eres portero!


A todos los que hemos actuado bajo los tres palos nos han deleitado alguna vez con esta perlita, sobre todo cuando éramos pequeños. Una frase que, personalmente, me ponía –y me sigue poniendo- de los nervios ya que acababa cansado como el que más en la mayoría de encuentros.
Es cierto que el portero no corre los kilómetros que puede realizar un jugador de campo durante los 90 minutos, pero no por ello no se cansa. El trabajo del meta no es nada fácil, ya que ha de estar metido en el encuentro durante todo el tiempo que dure, se te acerque el rival o no. Y eso conlleva tensión, una tensión que es el principal argumento que expongo para demostrar que el portero se cansa de la misma manera que todos sus compañeros. O más.
Además de ello, está el trabajo específico. Ir al suelo también cansa, y en una jugada el meta puede acabar derrotado, física y psicológicamente. Y es que tirarse a por un balón conlleva el consecuente golpe, que deriva en rasguño, rascada o moratón, además de que como ya se ha comentado en anteriores posts el cancerbero es consciente de que para detener ese balón y que el tanto no suba al marcador solo tiene una oportunidad; un error tiene consecuencias en el resultado, mientras que el fallo de otros jugadores no. En muchas ocasiones –me atrevería a decir que en la mayoría- el aspecto psicológico derrumba más que el físico.
Todo ello hace mella en la figura del arquero, y evidentemente este cansancio se ve multiplicado cuando las ocasiones rivales se suceden una tras otra. Con ello no se quiere infravalorar la labor de los futbolistas de campo, sino tratar de hacer entender a muchos que, pese a que la figura del guardameta es diferente a la del resto de jugadores, defender el marco también agota. Y más de lo que muchos se creen.

lunes, 29 de abril de 2013

Los porteros que vienen (I)


Actualmente, España está disfrutando de una de las mejores hornadas de cancerberos de su historia. Casillas, De Gea, Valdés, Reina, Diego López, Kiko Casilla y tantísimos otros que encontramos en la Liga BBVA demuestran partido a partido la salud de la que goza la figura del guardameta nacional y, viendo el alto nivel mostrado por todos ellos, es comprensible que Vicente del Bosque dude a la hora de seleccionar a tres porteros en cada convocatoria de la selección. El entrenador de ‘la Roja’ ha venido confiando en tres metas fijos en los últimos compromisos internacionales, aunque la lesión de Casillas, el empuje de los demás cancerberos  y los guiños y visitas del preparador a algún que otro portero –hace poco elogió a Casilla y en el Getafe-Espanyol acudió al Coliseum Alfonso Pérez para verlo en directo- hacen dudar a más de uno de cuál será la nómina de metas que el seleccionador se llevará para la próxima Copa Confederaciones.

Pero ese no es el cometido de este post, sino el de nombrar a los guardametas del futuro. Porteros internacionales, que ya han debutado en el fútbol profesional o que incluso están asentados en él y tan solo esperan una llamada de un ‘grande’ para demostrar que tienen sitio en la primera línea de fuego. Metas con gran proyección y un futuro prometedor que continuarán con la saga de grandes porteros que ha dado España durante toda su historia.

Edgar Badía: El primer elegido es un portero al que un servidor sigue desde hace varias temporadas. Es una de las promesas más firmes del fútbol base del Espanyol, conjunto con el que incluso llegó a debutar la pasada campaña en Copa del Rey. Llegó a la cantera blanquiazul con 14 años para integrarse a la disciplina del Cadete B y actualmente es miembro de la plantilla del filial perico, donde compite por un puesto con su compañero Germán Parreño. No es excesivamente alto (1’81 cm) para ser un portero, pero su velocidad y sus grandes reflejos suplen dicha falta de altura. Internacional sub’17 y sub’19, tiene 21 años y este junio acaba contrato con el club catalán. Novias no le faltan y ya ha recibido las primeras llamadas interesándose en su situación. Esta no ha sido su mejor temporada debido a problemas internos con el club, pero su primera opción es el Espanyol.

Germán Parreño: El competidor de Edgar, parece haberle ganado la partida. En su primera campaña en el filial, el portero se ganó la confianza de Raúl Longhi primero y de Manolo Márquez más tarde gracias a su buen juego aéreo y a la gran seguridad que transmite a la defensa. Ha entrado en la convocatoria del primer equipo en varias ocasiones, aunque no ha llegado a debutar. Con 19 años, es uno de los porteros predilectos de un servidor debido a su altura (1’89) y su sobriedad. Con un año de contrato por delante, si Cristian Álvarez o Casilla abandonan el Espanyol este verano tiene muchas posibilidades de ascender al primer equipo. Con alguna laguna en el juego con los pies, recuerda mucho a Gorka Iraizoz.

Pau López: El tercero en la terna de porteros del filial del Espanyol, Pau es el actual meta del Juvenil A. Con 18 años, este espigado meta ha despertado la atención de clubes importantes como el Real Madrid, ya que ven en él un guardameta de mucho futuro. Pese a que crece a pasos agigantados, esta no ha sido su temporada ya que el Juvenil A espanyolista se ha quedado fuera de la Copa del Rey. Meta a tener muy en cuenta, aunque aún está muy verde y en proceso de formación. Uno de los elegidos del Draft 2013.

Kepa Arrizabalaga: Una de las grandes perlas de la prolífica cantera del Athletic, es el sustituto natural de Gorka en el primer equipo.  Desde la categoría de Alevín en el club rojiblanco, este cancerbero de 18 años ya tiene ficha con el primer equipo, siendo el tercer portero del conjunto dirigido por Marcelo Bielsa. Internacional sub’17, sub’19, sub’20 e incluso sub’21, con la que ya ha debutado, muestra una gran seguridad impropia de su edad. Muy bueno en el juego aéreo, va bien en el uno contra uno y tiene un buen juego con los pies. Portero que dará que hablar, al igual que Pau, es uno de los candidatos del Draft 2013.

Hasta el momento, cuatro guardametas con un gran futuro en sus manos. No os perdáis la segunda entrega, con más joyas de la portería que dentro de no tanto estarán brillando en las porterías de los principales equipos de la Liga BBVA.

lunes, 22 de abril de 2013

A mano cambiada


Mis querídisimos amigos de Panenka me han inspirado este titular. Esta frase reza en la portada de su número 15, ese que trata sobre la labor del guardameta y que ya recomendé en posts anteriores.

¿Por qué titulo así? Porque, para mí, las paradas a mano cambiada son las más bellas y espectaculares que podemos observar, tanto para el portero como para el espectador. En mi época como guardameta me encantaba realizar este tipo de acciones: en cada vuelo me sentía libre y pleno, y al desviar la trayectoria del esférico con la mano más alejada del balón notaba como la felicidad me invadía.

Sí, es la típica parada para la foto y me encantaba sentirme protagonista. De cualquier manera, pero sacando un balón a mano cambiada, más. Me gustaban tanto ese tipo de paradas que en los entrenamientos pedía a mis compañeros que trataran de disparar lo más cerca de la escuadra que pudieran para poderme lucir.


Para todos los que somos porteros –porque el alma de cancerbero no se pierde nunca, pese a que ya no actúes bajo palos sea por el motivo que sea-, vestirnos de manera diferente a nuestros compañeros y enfundarnos los guantes es razón para estar feliz. Evitar tantos del rival nos lo hace estar aún más, así como sentirnos poderosos dentro del área con saltos en los que llegamos donde ningún otro futbolista puede llegar. Pero todos los metas tenemos una parada, una manera de atajar el balón preferida, y la mía siempre ha sido a mano cambiada. No es la más eficaz, ya que lo que haces es desviar el balón, pero es con la que más disfruto; supongo que es debido a que siempre que he utilizado esta ‘técnica’ es para desviar balones casi imposibles en los que el rival da por hecho el gol. Y a veces gran parte de tus compañeros.

Este tipo de parada es típica –supongo que estaréis de acuerdo conmigo- de los porteros africanos. Al hablar de ella me vienen a la meta dos de los que para mí han sido símbolos del espanyolismo en los últimos años: N’kono y Kameni. Dos grandes porteros que han dado mucho espectáculo bajo los palos, tanto para lo bueno como para lo malo. Podéis encasillarme en este tipo de metas, pese a haber nacido en Barcelona y no tener antepasados del continente negro. 

martes, 2 de abril de 2013

Bodo Illgner tiene razón


Situémonos. Se lesiona tu portero titular para los próximos dos meses, un meta que además es titular indiscutible con su selección y campeón del mundo y de Europa en dos ocasiones con ésta. Acudes al mercado invernal para reforzar tu portería, atando a un meta experimentado que además es canterano de tu club. Éste es titular y te salva los muebles en prácticamente cada encuentro desde que ha llegado a la entidad, pero su compañero lesionado, el ‘culpable’ de su fichaje, se recupera. ¿Qué haces en esta situación? Un servidor lo tiene muy claro.

Antes de dar mi opinión, me gustaría repasar los hechos acontecidos en los últimos meses en la portería del Real Madrid. A Iker Casillas no lo denominan ‘El Santo’ porque sí; el propio jugador de la Fábrica se lo ha ganado con grandes actuaciones. Es cierto que quizás esta temporada no estaba mostrando su mejor versión, pero de ahí a mandarlo al banquillo como en su día hizo Mourinho, hay un trecho. Y es que Adán puede gustar o no, pero lo que está claro es que actualmente no le hace sombra a Iker, con lo que dejar a uno de los símbolos del madridismo en el banquillo me pareció una rabieta de Mourinho –como a casi toda España-.  Ahí hay algo que se nos escapa.

Ello se confirmó con el fichaje de Diego López. El míster del Real Madrid dejó de confiar en Adán y rápidamente dio la titularidad al nuevo refuerzo blanco. ¿Mal rollo con Iker? Creo que está clarísimo.

Pero volvamos a la situación actual. Diego López ha cuajado grandes actuaciones en casi todos los encuentros del equipo de Chamartín, pero se recupera el mejor portero del mundo y pide paso. ¿Qué hacer? El ex portero del Real Madrid, Bodo Illgner, dio en el clavo. "Diego López está jugando muy bien, y a Iker le va a costar; mientras Diego siga así, no hay muchos motivos para cambiarlo. No los había en invierno para cambiar a Casillas tampoco. La verdad es que no entendí por qué jugó Adán en su lugar” 


Estoy totalmente de acuerdo con las palabras del ex guardameta alemán. La posición de cancerbero es un puesto diferente al de los demás; es el último futbolista antes de llegar a tu portería, y si lo superan a él ya te puedes dar por muerto. Es por ello que, de la misma manera que el propio meta da seguridad a su defensa, éste la gana sabiendo que es el titular. Y si tienes dos grandes porteros en plantilla como es el caso del Real Madrid, no pongas a uno o a otro simplemente por el nombre; da la titularidad al que se lo gané con el trabajo del día a día. Iker sale de una lesión y lleva mucho tiempo inactivo, mientras que Diego López está jugando de maravilla. La portería es del ex del Sevilla hasta que pase un bache… pese a que los blancos tengan a uno de los mejores porteros de la historia en su plantilla.

Si el entrenador del Real Madrid fuera justo y lógico, posiblemente escogería la opción comentada. Pero el gran problema que tiene Iker no es que Diego López esté en un momento de forma espectacular, si no ese ‘algo más’ que hay con Mourinho. Casillas lo tiene complicado para volver a jugar esta temporada pese a que el actual meta titular de los blancos falle y merezca ser reemplazado; su lesión ha sido la excusa perfecta de Mou para quitarlo del once y no volverlo a poner. Pero de ahí a que me digan que Casillas, un tío más merengue que Santiago Bernabéu, podría salir del equipo y que suena para el Barça… Es más creíble hasta que Guardiola haya pedido a Ibrahimovic para el Bayern de Munich.

miércoles, 27 de marzo de 2013

La relación entre el portero y su defensa


Un aspecto clave para el buen funcionamiento defensivo de cualquier equipo es la seguridad que transmite el portero a su zaga. Ello es algo que no se ve y que no todo el mundo es capaz de observar, pero lo cierto es que un portero seguro, valiente y con confianza en sí mismo otorga mucha tranquilidad a la defensa, que se muestra más seria y ofrece un mejor nivel si el guardameta le da la serenidad necesaria.

Ello es algo que he observado durante mucho tiempo, pero que no lo he visto nunca tan claro como esta temporada en el Espanyol. Con Cristian Álvarez en la  meta, el equipo estaba más dubitativo en labores defensivas y se le exigía más en esa faceta del juego; por el contrario, desde que Kiko Casilla ocupa la portería, la defensa blanquiazul sabe que hay ciertos balones ante los que no se tiene que preocupar: los aéreos. El de Alcover se muestra muy seguro en las salidas y ello quita una gran presión a la zaga.

Simplemente por el hecho de salir de la portería y no tener una cuerda ficticia que mantenga al cancerbero debajo de los palos, la defensa ganará una seguridad bárbara. En estas situaciones es cuando el portero juega también de líbero; y es que gracias a este tipo de salidas, la zaga confiará más en él y tendrá en cuenta que tiene un futbolista por detrás al  que se puede acudir en caso de necesidad (pese a que en el caso de Casilla, éste aún está muy verde con el juego con los pies).

Así pues, creo que la gran diferencia entre los porteros del Espanyol es la seguridad que transmiten. Cristian Álvarez ha demostrado con los años que puede ocupar la meta blanquiazul, pero la sobriedad de Casilla ha decantado la balanza. No hace falta más que ver los tantos que se encajaban con el argentino y los que se reciben con el tarraconense en la portería. La explicación, para un servidor, es la que se está tratando: un portero seguro de sí mismo que se atreve a encarar cualquier lance del juego otorga mucha más tranquilidad a su defensa, la cual jugará mucho más tranquila al saber que si falla tiene a un guardameta de confianza en última instancia. Ello hará que el nivel defensivo mejore. A los hechos me remito.

*Donde el rival pone el pie, el portero pone la cara (Juan Carlos Unzué)*

viernes, 22 de marzo de 2013

El portero, un tipo diferente


El portero es una figura muy diferente a la de los demás futbolistas; tiene la gran ventaja de poder coger el balón con las manos en el interior de su área. Pero ello no quiere decir que sea fácil actuar bajo los tres palos, todo lo contrario. Para ser cancerbero se ha de tener un punto de locura. Y si no, ¿a qué persona totalmente cuerda se le ocurriría tirarse a los pies de un rival para quitarle el esférico con el consecuente peligro de que el atacante contrario le vuele la cabeza de una patada? ¿Alguien se dejaría las rodillas, los hombros y los codos – y en ocasiones hasta partes del cuerpo que ni el mismo meta conoce de su existencia hasta que las nota doloridas- por evitar que el cuero acabe en el interior de la portería? Creo que todos coincidimos en que el portero es un ser extraño pero a la vez romántico, al que cuesta poco cogerle cariño u odiarle: no hay término medio.

En su edición del mes de febrero, los compañeros de Proyecto Panenka (www.panenka.org) hicieron un monográfico sobre los guardametas. Un trabajo muy elaborado que, como excancerbero, devoré con ansia. A todo aquel que quiera saber cómo piensa un portero o actúe como tal –o, como en mi caso, haya jugado en dicha posición-, le recomiendo de manera encarecida su lectura. Disfrute asegurado.


Los compañeros de dicha revista trataron la figura del meta desde diversos ángulos, aunque desde cualquiera de ellos se podía ver que el portero es un personaje al que le falta un hervor-siempre con cariño-. Loco, valiente, echao pa’lante, como quieran llamarlo. Pero has de ser extremadamente especial para situarte en la portería y esperar a que los rivales te fusilen de manera continuada. Y lo que es más ilógico todavía, disfrutar cuando lo hacen.

Además de tenerlos bien plantados, el guardameta tiene cierto afán de protagonismo. Ser el que en última instancia decida el resultado del encuentro con sus intervenciones o sus errores, excita; hace que la adrenalina se dispare. Ser el héroe o el villano de un partido, el salvador del equipo o el que ha hecho que se pierdan tres puntos, es una sensación indescriptible. Podría parecerse a la del delantero cuando marca un gol, con la diferencia que el delantero sabe que tendrá más ocasiones para alojar el esférico en el fondo de las mallas rivales mientras que el portero es consciente de que, pese a haber más oportunidades para realizar buenas paradas, una diana rival puede decidir el signo de un encuentro. Y entonces no hay nuevas ocasiones que permitan enmendar el error –o la falta de acierto-.

Es por ello que el cancerbero tiene que estar concentrado al 100% desde el primer minuto de juego, algo nada fácil porque le acompaña un pasajero invisible: la soledad. Quizás sea el mayor obstáculo del meta, el encontrarse solo durante gran parte del partido. Y es que en esos instantes se le dan mil vueltas a millones de situaciones: uno se plantea si podía haber atajado  ese balón que se ha colado entre dos defensas, si hubiera llegado antes que el atacante rival al cuero ante el que decidió no salir o si hubiera hecho bien al despejar el esférico en lugar de blocarlo en el tanto rival en el que la bola se le escurrió de las manos.

Por  tanto, además de una buena preparación física para llegar donde no llegan otros, correr más que el delantero rival en el caso de que sea necesario salir a por el balón y ser más ágil que cualquiera de las 23 personas que hay en el terreno de juego, el portero debe trabajar mucho el aspecto psicológico. Por norma general, los metas saben que aunque lo den todo podían haber dado más, y no estarán tranquilos hasta desquitarse de lo que ellos mismos califican como errores pese a que no lo sean. Es decir, que si uno encaja dos tantos estará esperando toda la semana al  siguiente partido para no encajar ninguno y quitarse de esta manera la ansiedad. Aunque se haya ganado 5-2 y el arquero esté contento por los tres puntos, seguro que no estará feliz al 100% debido a esos dos tantos que le han endosado, aunque no hayan sido errores suyos; la portería es algo del cancerbero y ahí no puede entrar ningún balón. El portero se siente responsable de cada gol en contra; imagínense si dicho tanto supone perder el encuentro.

También es cierto que quizás al portero es al que menos se ve en un match, por norma general; ello está relacionado con la soledad de la que se ha hablado anteriormente. Pero por ello el guardameta tiene mérito, ya que no intervenir durante X minutos y hacerlo de golpe no es fácil, y más cuando la parada requiere un esfuerzo mayor. Y lo mismo sucede cuando eres el protagonista en esos encuentros en los que uno no tiene ni un minuto para respirar.

Justamente por eso no entiendo que solo un portero en la historia haya ganado el Balón de Oro, y más ahora cuando estamos ante una generación de guardametas irrepetible. Entiendo que Messi y Cristiano Ronaldo puedan estar por encima de los demás, pero creo que la labor del arquero está muy infravalorada, y la única explicación que le encuentro es que normalmente entra mucho menos en juego que un jugador de campo, con lo que se le ve menos. Pero no llego a comprender que eso sea un criterio de valoración.

Los Casillas, Buffon, Cech, Van der Sar, Kahn o Schmeichel se han merecido ganar este premio a lo largo de su carrera. Todos ellos han estado nominados, pero se lo han acabado llevando futbolistas como Owen, Nedved, Schevchenko o Cannavaro –sin desprestigiar a ninguno de ellos- . Y ello es debido a la idea a la que se le está dando vueltas, que los guardametas no están en constante acción y el jugador de campo sí.


Por todo lo expuesto anteriormente se debería cambiar el concepto que tiene la gente de los porteros, valorarlos como es debido. Es una locura que un delantero cueste 70 millones de euros y un guardameta 5. Ni tanto ni tan poco, aunque evitar goles debería valer lo mismo que marcarlos. O incluso más.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Presentaciones

El blog que inicio a continuación es para, tal y como indica su nombre, defender a los porteros. He jugado durante toda mi infancia y juventud de guardameta; llegué a militar en 3ª Regional, pero entre el trabajo y una lesión tuve que dejarlo. Quizás esa es la mayor espina que tengo clavada, la de no haber podido demostrar más, no haber pensado en su día que me podía haber dedicado a esto, a parar balones. Es lo único que me puedo reprochar, no haberme esforzado más, no habérmelo tomado lo serio que me lo tenía que haber tomado. ¿Quién sabe? Quizás el United en lugar de De Gea me hubiera fichado a mí... y lo digo porque en las últimas tres semanas más de uno me ha dicho que el meta de los 'diablos rojos' le recuerda mucho a cuando yo jugaba.
Pero bueno, a lo que iba. En estas líneas trataré de escribir cada semana sobre la actuación de los porteros durante la jornada; no me ceñiré tan solo al fútbol español, sino que iré más allá y veré qué puedo hacer sobre los metas de las ligas europeas. ¿Saben Andujar Oliver en los partidos de Marca TV? Pues algo parecido.
Pese a eso, en ocasiones me saldré de mi guión y trataré temas -todos ellos futbolísticos- sobre los que me apetezca escribir. Realmente para eso están los blogs, ¿no? En breve empezaré con mis defensas hacia los arqueros y mis opiniones sobre el mundo del balompié, aunque sin perder la esencia que me caracteriza como exportero.

*La soledad, la mejor amiga del portero*

Carlos Fanlo